Mi ramo de novia


¡Qué aventura la del ramo! Esto sí que os puedo asegurar que no tenía ni idea de lo que quería. Y empiezas a mirar, y te vuelves una experta en flores, jejeje… Tanto como experta no, pero de no saber diferenciar una rosa de una peonía, te empiezan a sonar los nombres de las flores, y te hace una ilusión! 

Miré en varios sitios y en algunos me daban ganas de decir: y esto que me cuentas, que no me has contado nada, ni me has dado ninguna idea y lo único que veo es una cifra enorme al final del papel ¿Es por tu cara bonita o por la mía? ¡Como se pasan con el tema flores! Bueno, en general con todo lo que acompaña a la palabra “boda”.

Así que me fui a ver a Asun, de la floristería Madre Selva, en la calle Santuario de Valladolid. Le había hecho el ramo y la decoración de la iglesia a mi amiga B, y me había encantado su ramo, aunque era de rosas y yo no quería rosas. Desde el principio, el buen rollo que me trasmitió Asun, me hizo pasar un montón de ratos con ella, en su peculiar floristería. Y allí, rodeadas de flores y mucha gente que venía a comprar flores o simplemente a verla, construimos con nuestra imaginación un precioso ramo, una nube, con una flor muy especial: Lathyrus odoratus, o más comúnmente conocida como Guisantes de olor. Sus pétalos me recordaron a las alas de las mariposas y Asun me contó que tenían un olor muy especial. No había nada más que pensar ¡Asun, había entendido perfectamente lo que yo quería!


Ella también se encargó de la decoración de la iglesia, del coche, y de muchos detalles mas. No podré olvidar cuando le dije: Asun, no quiero flores blancas en la iglesia, y me dijo: “Me va a encantar hacer tu boda”. 

¿No queréis alguien así para que os de color en un día tan especial? ¿Os gusta el ramo?